Un vistazo a la vida y obras del grandioso Chespirito

By Jose R

Roberto Gómez Bolaños, mejor conocido como chespirito, fue una persona con un gran talento creativo que supo explotarlo para darle vida a las historias más divertidas y amadas por varias generaciones del público hispanohablante, ¿pero qué hay más allá de sus éxitos? Luego de apagarse la cámara en el set, la vida de Roberto continuaba y hoy trataremos de ahondarnos un poco en todo esto, lo que era él como actor y persona, un vistazo íntimo y distinto que sus fanáticos más acerrimos seguramente encontrarán sumamente interesante. Siempre es interesante ver cómo, aunque hayan nacido en una familia de bajos recursos, las personas con un talento especial logran encontrar su espacio único en el mundo y logran que parezca como si siempre hubiesen sabido que ese era su destino, pero para Roberto esto no siempre estuvo a la vista, trató de adaptarse a la vida normal y aburrida, siendo un estudiante universitario más, ¡qué bueno que el destino le tenía preparada otra cosa! ¿Qué sería del mundo sin las aventuras del Chavo del 8? Quizá seguiría rodando, pero sería un poco menos divertido, ¡comenzemos con el viaje!

Los padres de Roberto Gómez Bolaños

Cuando pensamos en Roberto se nos viene a la mente un sinfín de personajes y momentos icónicos atrapados en la pantalla que se quedarán para la posteridad de los tiempos. El arte y la capacidad de expresarlo estaba en sus genes, transmitido por su padre Francisco Gómez Linares. Francisco fue pintor y especialista en artes, Roberto por algún tiempo quiso imitar a su padre, pero no podía sustentarse económicamente.

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Por otro lado, su madre fue Elsa Bolaños Cacho, una humilde secretaria que aprendió a manejar dos idiomas. Roberto fue el tercer hijo de esta familia, nunca se hubieran imaginado el gran éxito que tendría su hijo. Un claro ejemplo de como la genética puede salvaguardar nuestros talentos y posiblemente nuestros hijos heredarlos.

Su nacimiento

El lugar que vería nacer a este artista fue la capital Ciudad De México, el día 21 de febrero del año 1929. No se sabe mucho respecto a su nacimiento, solo que pudo haber sido una infancia tranquila con educación honesta de parte de sus padres.

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Se crió junto a sus dos hermanos, Francisco, quien fue llamado igual que su padre, y Horacio. Desde muy pequeños les inculcaron el gusto, así como también la fascinación por las artes, ilustraciones y valores en el hogar. No tuvo una mala infancia, fue criado con principios y con mucho amor.

Gustos de la infancia (Deportes)

Inesperadamente, Roberto se interesó por otra clase de artes en su infancia, el deporte. Desde muy pequeño desarrolló una completa obsesión con el futbol y también con el boxeo. A pesar de que su padre falleció cuando el tan solo tenía 6 años de edad, el amor por el arte corría aún por sus venas, y los deportes también.

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Siendo un pequeño, deseó y soñó con ser un futbolista profesional para el club América (equipo de sus amores), quizá también un artista. Aunque, el deporte también es una clase de arte en sí mismo. Esta obsesión no se apagó con el tiempo, pues duró muchos años, incluso hasta convertirse en adolescente.

Lo que pudo ser, pero nunca fue

Como ya mencionamos anteriormente, desde muy pequeño se obsesionó con el deporte. Esto lo llevó a participar en combates con la intención de convertirse en un profesional. Todo marchaba bien, hasta que comprendió el mundo al que se enfrentaba.

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Poco a poco Roberto fue perdiendo la fe en su sueño, no pudo seguir participando en el boxeo gracias a lo que dios le había dado, un tamaño pequeño. Tuvo éxito, pero para alcanzar el profesionalismo necesitaba ser más alto, abandonó su sueño de ser profesional, pero en sus personajes siempre habría algún recuerdo de sus anhelos infantiles de ser boxeador.

Una dura infancia

Como hemos podido notar, la infancia de Roberto no fue exactamente la más cómoda de todas desde la muerte de su padre a muy temprana edad. Debió haber sido duro perderlo a los 6 años de edad, también para su madre.

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Además de ello, no pudo llenar sus propias expectativas en los deportes y seguramente esto le habría causado mucha frustración, el no poder dedicarse a lo que ama por algo que no puede controlar como lo sería su estatura. A pesar de que fue criado con valores, el sufrimiento siempre estuvo ahí.

Iniciando la vida universitaria

Luego de haber fracasado en sus ambiciones como adolescente, siempre estaba la opción segura de estudiar y prepararse para adquirir un puesto en la sociedad. Seguramente debió haber sido duro, pues esto no es lo que él quería desde un principio y tampoco para lo que sentía había nacido.

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Roberto quería adaptarse, por lo cual intentó estudiar ingeniería mecánica en la Universidad Nacional Autónoma de México, pero nunca culminó los estudios, porque nunca terminó de amar su carrera. Lo suyo era el arte, la comedia, el sentido del humor y también los deportes. No encajaba para nada en una carrera de mecánica. 

“Esto no es lo que quiero”

Como vimos en el segmento anterior, Chespirito no amaba la carrera que estaba estudiando y sabemos que es uno de los factores más importantes para el éxito. Vagó perdido algunos años intentando ser alguien quien no era, cursando hasta casi culminar, pero no fue suficiente.

Créditos: Cada Día Mejor TV

Cuando naces para algo tenemos la impresión de que hagas lo que hagas el destino te llevará a ello, por eso decidió marcharse de un lugar donde se sentía perdido, abandonar por el desánimo que todo esto le causaba y dedicarse a otra cosa.

Dedicándose a las letras

Después de lo que se consideraría un fracaso en su intento por estudiar, el arte en las venas de Roberto empezó a cobrar vida nuevamente y una nueva esperanza iluminó su vida. Por obra y gracia del destino, empieza una carrera como creativo publicitario, lo que le dio acceso a la televisión y también a la radio.

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Fue entonces cuando empezó a destacar por ser un creativo guionista a sus 22 años de edad. Ya entonces escribía guiones para que fuesen transmitidos en la radio, algunos shows de TV e incluso películas. Las letras sin duda le dieron un giro y salvación a la vida de Roberto, quien estaba a pasos de convertirse en leyenda.

Primeros guiones

En esta época u etapa de oro fue cuando Roberto daba sus primeros pasos de transición hasta convertirse en el Chespirito que todos conocemos el día de hoy. Elaboró y creó varios guiones para películas, el famoso dúo Viruta y Capulina se lo agradeció bastante.

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Alrededor del 1960 tuvo un golpe de creatividad y suerte cuando escribió los guiones de programas de televisión que se volverían icónicos y rememorados. “Cómicos y canciones” tuvo mucha audiencia y despertó el interés del público mexicano, así como también “El Estudio de Pedro Vargas”.

1959, un año lleno de trabajo

Este año fue uno de los más importantes y concluyentes en la historia de vida de Roberto, fue su inicio, su gancho al éxito y quizá si no hubiese trabajado tan arduamente este año no hubiese podido ver los frutos de su propia creatividad.

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Alrededor de este tiempo, entre tantos guiones y trabajos fue apodado Chespirito, que en realidad es un diminutivo a pequeño Shakespeare, “Shakespearito” y le fue otorgado por el director cinematográfico Agustín P. Delgado. Sin duda, es un momento memorable y de suma importancia en la vida de este personaje de la cultura pop mexicana.

Probando la actuación, Dos locos en escena

Anteriormente mencionamos que Chespirito tuvo la fortuna de escribir guiones para la famosa pareja Viruta y Capulina. Pues, ¡no sólo esa fue! También tuvo la suerte de iniciarse en el mundo de la actuación junto a ellos en “Dos locos en escena” la cual también pueden encontrar con el título de “Dos críos malcriados”.

Créditos: México es Cultura

Este film fue grabado y llevado a la pantalla alrededor de los años 1960, justo cuando él estaba en el inicio y clímax de su carrera como guionista. Aparentemente, también nació con la habilidad de dar vida a sus personajes y este no sería el momento en el que se detendría, su carrera apenas iniciaba.

Un antes y un después

Hemos transitado un poco del camino de Roberto Gómez, desde la triste muerte de su padre, su infancia con una buena crianza y el arte inculcado por un padre apasionado. Una madre que se esforzó por criar a su hijo, y también sueños frustrados de un joven que apenas se asomaba a la vida.

Créditos: ¡Hola! México

Después de tantos fracasos hay un momento en nuestra vida donde queremos evolucionar y nos agotamos de tener el mismo resultado, ya no queremos jugar más a ser esa pieza, ese personaje. Esto fue lo que pasó con Chespirito, cambió su enfoque porque se dio cuenta de que no era lo que él esperaba, quería el éxito y lo merecía.

El inicio de una gran era

Después de tanto arduo trabajo y éxito en sus primeros guiones, el trabajo estuvo asegurado para Roberto. Desde el 1958 empezó lo que sería una gran racha y oportunidades en la televisión, radio, programas, papeles, guiones ¡y mucho más! Pero fue hasta 1968 cuando las emisiones del canal 8 en México apenas nacían.

Créditos: El Heraldo de México

Se le ofreció una oportunidad de oro, una media hora para transmitir lo que él quisiera y como él quisiera ¡fantástico! De esa manera vimos nacer a “Los súper genios de la mesa cuadrada” y su carrera como actor estaba en pleno apogeo. Luego de haber tenido tanto éxito le otorgaron su propia hora de programación y es entonces cuando nació el programa “Chespirito” y el personaje del Chapulín colorado.

Su primer amor, Graciela Fernández

El amor llegaría a la vida de Roberto cuando conoció y se enamoró por primera vez de Graciela Fernández, e incluso ella sería de sus dos relaciones únicas. Contrajeron matrimonio incluso, marcando la vida de Roberto para siempre y disfrutando años juntos.

Créditos: Milenio

La pareja trajo al mundo y a la vida seis hijos, y también compartieron muchísimos años juntos. Parecía un amor inquebrantable, puesto que 23 años es bastante tiempo al lado de otra persona, formando una familia juntos. Lamentablemente esta pareja terminó por separarse.

Los Súpergenios de la mesa cuadrada

Como mencionamos anteriormente, este fue uno de los primeros proyectos de Roberto cuando le dieron tiempo al aire en televisión. El programa fue escrito, dirigido y producido por él mismo junto con un elenco actoral en el que se encontraría Ramón Valdez y ahí se conocerían.

Créditos: Mag El Comercio

El programa contó con 3 temporadas y 116 episodios escritos por él, lo cual es bastante. Cada uno de los episodios tenía una duración de 21 a 26 minutos aproximadamente. El proyecto culminó en enero del 1980. Fue popular en Latinoamérica, España y los estados unidos.

Un matrimonio lleno de dudas

El matrimonio de Chespirito y Graciela duró muchos años, por lo que acontecieron muchos sucesos en ese entonces. Se casaron en 1968, cuando la fama de Chespirito empezó a dispararse. Graciela tenía apenas 15 años de edad cuando se enamoró de Roberto, era bastante joven.

Créditos: Poresto.net

Incluso antes de estar juntos como un matrimonio, Graciela lo acompañaba en las giras, pero él aún siempre estuvo rodeado de mujeres e incluso tenía segundas intenciones con quien sería su segunda pareja, Florinda. El matrimonio estuvo plagado de rumores de infidelidad y de hecho terminó por lo mismo.

Chespirito (La serie)

Chespirito fue una serie que alcanzó la fama prontamente por lo buena que fue. Tiene una alta puntuación dentro del público general y fue producida por Roberto Gómez junto con Sergio Peña y Alberto Del Bosque. El programa contó con 20 temporadas al aire, lo cual es mucho contenido para ver.

Créditos: La Ciudad del Sonido

Cada episodio de Chespirito tenía una duración aproximada de 30 minutos y fue lanzado al aire el 14 de octubre del año 1970. El programa tuvo dos periodos al aire en donde te veías envuelto en toda clase de aventuras, definitivamente era algo que la televisión necesitaba.

Origen del apodo Chespirito

Roberto siempre tuvo gran talento para la escritura, llegó al corazón como también a la mente de muchos espectadores. Las personas empezaron a notarlo y en el mundo del entretenimiento también lo hacían, se hizo popular.

Créditos: Social Geek

No es sorpresa que para poco tiempo después ya tuviese el genial apodo de Chespirito, en inspiración del mismísimo Shakespeare. Pero Roberto era muy bajo, increíblemente bajito. Entonces cómicamente pero cariñosamente también lo llamaron el pequeño Shakespearito, entonces se volvió Chespirito.

Inicia el chavo del 8

Chespirito dio cabida al nacimiento de dos icónicos, pero verdaderamente famosos personajes de la televisión mexicana, ¡El chavo del 8 y el chapulín colorado! Ambos personajes les gustaron tanto a las personas que incluso les dieron tiempo a ambos en la programación.

Créditos: Atrás del Telón

Consistía en media hora del Chapulín y media hora del Chavo del 8. El Chavo del 8 relataba la historia de un niño pobre y huérfano de 8 años, quien se unía a los otros niños de la vecindad y diariamente tenían una nueva aventura enfrentando a los adultos.

Una serie que marcaría a millones

El chavo del 8 se volvió cultura popular en las casas de los adultos y jóvenes. Todo el mundo veía el chavo y reía a carcajadas por sus ocurrencias porque lo que sucedía en la serie era una parodia de cosas que encontramos en nuestro día a día. El chavo era tan sencillo como gracioso.

Créditos: El País

Esta serie se volvería tan famosa que incluso tomaría muchos aviones fuera de México a los corazones de los extranjeros. Famoso en estados unidos, España, Latinoamérica, incluso en Japón se transmitía el chavo del 8 y fue ícono de la infancia de muchos niños. Así que realmente quien no haya mirado el chavo alguna vez, no tuvo infancia.

El Chavo y el Chapulín colorado, personajes más queridos

¿Quién no se vio encantado alguna vez por las ocurrencias del Chavo? Sin duda fue un personaje lleno de inocencia, comedia, carisma, ignorancia y unos ataques de ira que sin duda eran muy graciosos. El Chavo decía unas cosas que siempre te dejaban pensando en qué ocurrente era.

Créditos: El Chavo Wiki

El Chapulín no se queda atrás, han sido personajes amados y queridos por los televidentes durante décadas. Todos esperábamos ver como el Chapulín se armaba de valor y enfrentaba a sus enemigos cuando a veces ni siquiera había algún problema, ¡pero sí que salvaba el día!

Mientras su fama crecía, su matrimonio se destruía

Todos pensábamos que su matrimonio era perfecto, o bueno, las personas sí tienen sus defectos, pero este matrimonio gradualmente se fue destruyendo conforme pasaban los años hasta desgastarse. Y es que la fama de Roberto le abrió caminos a conocer muchas mujeres.

Créditos: Minuto México

Tantas mujeres y tanta fama hicieron que el hombre cayera en la tentación y se olvidase de su mujer, y esto obviamente no trajo buenas consecuencias. Florinda, su coestrella, lo llegó a rechazar numerables veces cuando él aún estaba casado, insistiéndole por una oportunidad. No es sorpresa que haya llegado al declive, de hecho, creemos que aguantó demasiado.

Fin del matrimonio

Toda historia tiene su final, y para Roberto no había salvación. Después de 23 años juntos en algún punto simplemente no se pudo sostener gracias a las infidelidades de Roberto. Nos preguntamos qué fue lo que llevó a esta pareja a estar tanto tiempo juntos, sólo podemos pensar en sus 6 hijos.

Créditos: La Verdad Noticias

También él era un hombre de mucha fama y mucho dinero, en los matrimonios de celebridades nunca puede faltar el drama, y más con la actitud de Roberto hacia las mujeres. Afortunadamente dejaron una descendencia que esperamos tengan el arte en sus venas y no repitan esa clase de vida amorosa.

Del set a la vida real

El amor entre Florinda Mesa y Roberto Gómez empezó en la pantalla, aunque ellos pocas veces hacían papeles de pareja. A Florinda la conocemos mejor como Doña Florinda, aquella que le sacaba cachetadas a Don Ramón en más de un capítulo.

Créditos: Elnoti.com

Como ya hemos mencionado, Roberto perseguía a Florinda aun estando casado, y Florinda se negaba porque veía que estaba con una buena mujer. No sólo eso, Florinda también estaba casada en ese entonces, pero no impidió que su relación surgiera y ambos formasen una pareja, la cual sería la última de Roberto.

Comienzan las giras por América Latina

El Chavo y Chapulín colorado consiguieron algo de suma dificultad en ese entonces, la popularidad dentro de todo un continente y fuera de él también. El que un artista viajase por el continente con el fin de conocer a su fanaticada ya habla de lo mucho que es gustado por el público.

Créditos: El Universo

No es de sorprendernos que todo el elenco de actores haya tenido calurosos momentos con sus fanáticos y también hayan conocido una gran parte del mundo. Eran tiempos difíciles para la televisión y lograron la fama en bandeja de plata, ¡con mucho esfuerzo y creatividad!

1997 y su presentación en el estadio chileno

En el año 1997 Chespirito tuvo la idea de presentarse a él y a todo el elenco de las aclamadas series televisivas del momento en el Estadio Nacional de Chile, debido a ello fueron avasallados con críticas muy duras, y con razón.

Créditos: Infobae

En el momento en el que Chespirito decidió presentarse Chile se encontraba en tiempos delicados de dictadura y el estadio en el que se presentó muchos estudiantes habían sido castigados como también torturados, esto dio mucho que pensar a otros exponentes de la comedia mexicana y al público en general. 35 mil personas reunidas eufóricas aclamaban por ver al Chavo y a su elenco hacer chistes y darse tortazos mutuamente, ¡fue un momento que marcó la historia!

Primera y última vez del Chavo fuera de Televisa

Seguramente muchos de nosotros recuerdan los episodios del Chavo del 8 en Acapulco como diferentes y también marcaron un momento único del programa. Era la primera vez que no veíamos el mismo estudio en televisa, podíamos ver a los personajes en un entorno completamente fresco, ¡fue algo increíble!

Créditos: Blog.chespirito.com

La razón es muy sencilla, pero nos encantó ver al Chavo en un sitio diferente y sobre todo un lugar como Acapulco, a muchos se nos ocurrió la idea de que ojalá pudiésemos ir ahí. Roberto y el dueño de Televisa eran amigos inseparables y el hotel era de él, Emilio Azcárraga. Prestó su hotel con el fin de hacerle publicidad, y qué bien quedó, ¿no?

Conflictos en el set de grabación

Quico tenía la ambición de tener su propio programa aprovechando que el personaje se estaba volviendo muy popular, por lo que le hizo la propuesta a Chespirito, quien era el dueño y autor de los personajes. Este accedió, aunque con una condición que no convenció a Carlos Villagrán.

Créditos: Mag El Comercio

La tensión en el set de grabación podía sentirse en el aire, tanta así fue que Carlos terminó por desistir y marcharse del programa. El problema seguía, porque Carlos tuvo la intención de usar el personaje, sin embargo, tuvo que cambiar su nombre a “Kiko” porque Chespirito enfurecido lo demandaría si no lo hacía. Los programas que realizó tuvieron mediano éxito, aunque pudo haber tenido más si le hubiese dado las gracias a Chespirito.

Final del Chavo del 8

Al parecer, el personaje de Kiko había ganado muchísima popularidad entre los televidentes del chavo, tal era su popularidad que superaba a la del chavo mismo. Eso enfureció a Roberto, y Carlos Villagrán cuenta que Roberto le mencionó un déficit con los personajes, por lo que le recortaría el sueldo. Pero, ¡eran sus personajes! Él simplemente era un intérprete y nada más, ¿cómo le iba a recortar el sueldo?

Créditos: Trome

Así fue como Kiko indignado salió del programa, y por solidaridad, también se marchó Ramón. En un intento de salvar su dignidad y evitar que su carrera artística fuese sepultada por los celos de Chespirito. Eso terminó por acabar la serie del Chavo del 8.

Vínculos con el narcotráfico

Chespirito también estuvo vinculado a un escándalo por actuar en un show privado para el hijo del antiguo jefe del cartel de Cali en Colombia, Fernando Rodríguez Mondragón. Chespirito evidentemente negó toda acusación en su contra, él no estaba vinculado al narcotráfico, alegaba. Pero María Antonieta De las Nieves contó su versión y dijo que el elenco se había presentado en un show privado para la primera comunión de la familia del jefe del cartel.

Créditos: Expansión

En el año 1995, un vídeo que corroboraba la versión de la María Antonieta salió a la luz, y realmente pudo verse al elenco en una fiesta privada que fue realizada por Justo Pastor Perafán, el cual hoy en día se encuentra condenado por tener vínculos con el narcotráfico.

Matrimonio con Florinda Meza

Este fue un matrimonio que tenía mucho tiempo esperándose por parte del público mexicano. Ya que, a pesar de que el comediante la cortejó durante 5 años, tuvieron que tener más de una década de relación formal antes de dar el siguiente paso y casarse en 2004.

Créditos: Univision

Florinda Meza se defendió ante las acusaciones alegando que “No era una roba maridos” pues Roberto tenía muchos problemas en su matrimonio y todos sabían lo infiel que él era. Después de vivir muchos años junto a Florinda, por fin decidieron casarse y darle un tono más oficial a su relación.

Reconocimientos a su vida y obra

Si algo tenemos que aceptar es que, como toda criatura viva, Roberto Gómez no fue un hombre perfecto. Después de una infancia muy dura y lo que serían frustraciones para alcanzar sus verdaderos sueños, consiguió la suerte de haber nacido para entretener.

Créditos: Ema Soto / Pinterest

Sus obras llenas de sencillez, creatividad y momentos cómicos tienen mucho peso para la comedia Latinoamericana, y todo eso salió de su cabeza, transformó su mundo de sueños a uno real y se dedicó a dar alegría a los corazones de todos a través de la pantalla.

Una vejez llena de complicaciones medicas

En 2009 la salud de Chespirito decayó y debido a eso fue ingresado en el hospital de la Ciudad de México, para entonces presentaba muchos problemas en su próstata. Dicho padecimiento es bastante típico en los hombres al alcanzar cierta edad, y debemos recordar que Chespirito había pasado los 50 años hace muchísimo.

Créditos: Perú 21

Luego de ser ingresado, le realizaron una operación de carácter sencillo en la zona. Este no era el único problema de salud que presentaba puesto que había fumado por más de 40 años y desarrolló problemas respiratorios en su vejez que lo llevaron hasta el final de su vida.

Fallecimiento

Un terrible día llegó para el pueblo mexicano y el mundo de la comedia. Uno de los grandes y querido por todos había fallecido por complicaciones respiratorias, Roberto Gomez Bolaños, Chespirito. Su fallecimiento fue confirmado en las cuentas de Twitter por su esposa Florinda, rompiendo así el corazón de muchísimas personas.

Créditos: ¡Hola! México

Fue trasladado al set de filmación de televisa donde se le rindió homenaje y se realizó una misa privada solo para sus íntimos amigos y familiares. Muchos del elenco se presentaron en la Misa a dar su pésame por su muerte, mientras que María desde donde se encontraba, triste por la noticia, pidió un aplauso por su muerte y dedicó conmovedoras palabras.

Toda América se lamenta

La noticia de su muerte recorrió el mundo con una rapidez más increíble que la velocidad luz, las personas en sus casas todas gritaban o comentaban a sus familiares “Se murió el Chavo del 8” sintiendo pesar por el emblemático personaje y el fin de su trayectoria.

Créditos: El Tiempo Las Vegas

Toda Latinoamérica lamentó su muerte y homenajearon en la televisión durante un tiempo recordando los buenos momentos y los mejores episodios de sus programas, no solo habían perdido a un personaje, perdieron a un ícono de su cultura y comedia.

Legado

Aún podemos ver en nuestras pantallas el Chavo del 8 y reírnos por sus ocurrencias, a pesar de que han pasado años y fue nuestra generación pasada, quizá nuestra infancia quienes lo disfrutaron muchísimo. El Chavo se quedó en los corazones de todos y nos hizo reír a todos también.

Créditos: Televisa

No sólo el Chavo sino también otros emblemáticos personajes tan característicos y divertidos que nos reúnen en familia, nos motivan a convivir y a compartir sonrisas. Es cierto que Roberto ya no está entre nosotros, pero también es cierto que marcó la historia de la comedia y se quedará talado en ella durante generaciones venideras. Sin duda dejó un gran legado y una gran obra.